De la tensión entre política, música y arte nacieron durante el siglo XX las vanguardias que cuestionaron tanto a la política como al arte. Se trató de grupos y corrientes de pensamiento a veces muy minoritarios y de vida efímera que, aun así, tuvieron una gran trascendencia entre los adversarios de la cultura dominantes. Envueltos en intensas y violentas disputas acerca de su actividad práctica y teórica, que contribuyeron a enriquecer las reflexiones acerca del modelo de sociedad que trasciende al arte y a la música dominantes, muchos de estos movimientos sucumbieron a sus propias contradicciones internas.
Stewart Home se adentra en las entrañas de un mundo muy complejo y poco conocido, e intenta establecer las líneas de continuidad que unen a movimientos aparentemente tan distantes en el tiempo –pero tan cercanos por lo que se refiere a sus conceptos y prácticas- como el dadaismo, el situacionismo y el punk.